En los últimos años hemos apreciado un increíble avance en el potencial gráfico de los juegos, y los de conducción no se quedan atrás. Es más, está entre uno de los géneros del videojuego que más demanda la gráfica. Y se supone que cuando un nuevo juego de conducción se lanza para diversas plataformas unas características base tienen que ser iguales, y entre ellos están los gráficos. Claro que de una PS3 a una PSP es imposible que permanezcan iguales, pero aún así, la apariencia debe de ser igual para que dicho juego se merezca un mismo título en diversas consolas. Esta característica es, en concreto, la que al parecer EA games no respetó al sacar su entrega pocos años atrás: Need for Speed Shift.
El juego fue una auténtica revolución; nada más ver los trailers y los primeros gameplays se apreciaban los impresionantes gráficos por todos los aspectos del juego, y el estilo de los gráficos no cambiaba al disfrutar del juego tanto en la PS3 como en la Xbox o la PC. Pero, ¿que ha pasado con el NFS Shift de la PSP? Vemos que los gráficos, tanto el entorno en sí como el diseño del juego ha sido completamente remoldeado y, por lo tanto, alejado del verdadero aspecto de Shift. Esto no implica que los gráficos y la calidad hayan disminuído drásticamente, pero resulta inevitable apreciar una diferencia que ha causado en la mayoría de los jugadores que esperaban una versión del auténtico NFS Shift un ceño fruncido. Y está claro que es inevitable disminuir a su medida los gráficos al pasar de una plataforma a otra, pero otra decisión muy distinta es darle el vuelco entero al diseño del juego y crear una entrega que con sus gemelos no parece tener más similitudes que el título en sí. Y, teniendo en cuenta que hasta la versión para móviles preserva el estilo de la versión de Shift que tenemos en mente, resulta desmotivante pensar por qué se ha rediseñado en vano para la PSP, por qué se ha excluido de los otros NFS Shift.
Mejor no darle más vueltas a la cosa y aceptar la versión del juego como es; completamente distinto a los otros y sin la oportunidad de poner la cámara del volante que tan famoso ha hecho esta entrega. Conformémonos con la sensación de velocidad, que, al menos, no lo han rediseñado ni eliminado.
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