viernes, 12 de octubre de 2012

El dia en que la PSP dijo adiós

Estás hurgando entre el montón de ropa que se ha amontonado en tu silla del cuarto en el último mes y de repente, al tirar de un pantalón, te das cuenta de que en el bolsillo del este se encontraba tu querida consola PSP, aparentemente desaparecida, la cual acaba de sufrir una caida de libre desde el bolsillo al suelo con un "croc". La cojes alarmado, intentas encencerlo y con un suspiro ves que el botón verde se enciende. Pero... la alegría dura poco. Aunque se escucha la musiquilla de entrada de Sony, la pantalla aparece con montones de rayas con pixeles muertos que, definitivamente, solo pueden significar una cosa: a la pantalla de la PSP le ha llegado su hora.  

La verdad, no es la primera vez que pasa esto. Probablemente la causa sea aparente:  la PSP tiene un amo un tanto descuidado, los botones X y O están hundidos por las experiencias en el Motorstorm o las viciadas en Dante's Inferno que requerían dejarse los dedos dandole al círculo. Eso sin olvidarnos del lector UMD que funciona cuando se encuentra de buen humor o las manchas de aceite de las patatas o los Donuts que me acompañaron en el juego. Total, confiabamos en que la consola seguiria funiconando a la perfección hasta que ocurrió lo del pantalón. Pero, como buen técnico, desmontamos la PSP y conseguimos una pantalla nueva con los últimos ahorros (¡¡25 euros!!) y fue sometida a una operación que le devolvió la vida. La ilusión duro dos semanas, hasta que se me cayó de nuevo... y ahora de una balda que estaba a dos metros del suelo. RIP pantalla 2...

Con el tiempo llegó otra pantalla (otros 25 euros quemados), el cual... se me rompió surante el montaje . Menos mal que en el último intento (otros 25 euros!!!!) la pantallla LCD para la PSP 3000 se portó bien.
Conclusión:  feliz, aunque mas pobre que nunca, con la PSP grasienta chirriante -pero con pantalla nueva!-, y el vendedor de complementos de la consola contento con su comprador número uno. Es lo que hay...

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