Libros y libros de estudios abiertos, y nosotros envueltos en ellos en la mitad, intentando abrir la mente para que la teoría entre en ella. De repente ves la PSP en un extremo de la mesa, y no hacen falta palabras para expresar lo que ha pasado en esas centésimas de segundo por nuestra mente: la paqueña consola portátil debe ser usada para que no se oxide, tenemos que salvarla de la perdición, y eso está muy por encima del montón de libros que nos rodean. Las puertas chirriantes que empezaban a abrirse para dejar pasar la teoría se cierran repentinemente. Cogemos la consola, la encendemos con gran satisfacción -ya que acabamos de desconectarnos completamente de todo lo que nos obligaba estar sentados delante de mamotretos- y aparece delante nuestro Cloud Strife, ya que la última vez dejamos la PSP en modo suspensión después de haber ganado una batalla con el espadachín en Dissidia. Pero nos damos cuenta de que no podemos salir del juego. Le damos a Home, e intentamos omitir la advertencia de salida de juego, pero el X no responde. Cosa un tanto extraña, ya que el botón Hold no está activado.
Apagamos la PSP completamente y la encendemos de nuevo; nos damos por vencidos al ver que aunque los cuatro botones izquierdos funcionan, los cuatro de la derecha no parecen hacer caso al presionarlos. De nuevo el fallo que hace algunos meses nos trajo tantos problemas, aunque al desmontar y montar la consola se reparó misteriosamente. Pero no esperabamos que ocurriese de nuevo.
La PSP nos ha traicionado amigos, nos ha querido decir que la dejemos en paz en su rincón de la mesa, y que nos centremos en las parrafadas de los libros que nos aguardan, al acecho, esperando que luchemos contra ellas para que podamos meterlas en nuestra mente. Mientras tanto, toca sufrir hasta el final de los examenes para poder hacer algo con ella; esperamos que se arregle de nuevo por arte de magia, aunque es una solución bastante improbable. Ya no nos llegan los dedos para contar las veces en que ha tenido algún fallo o problema, asique es inevitable estar preocupado, y frustrado por otra parte, ya que queríamos empezar a jugar a dos juegos, Final Fantasy VII y Manhunt. Pero las horas de juego tendrán que esperar... quizás eternamente. Por ahora, esperemos lo mejor.
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